REPENT YOU!

Y, DE REPENTE, llegó el logo. Hasta entonces nadie se había dado cuenta de un hecho singular: los logos son un timo y puta falta que le hacían al mundo. 

Me viene ahora a la memoria la conocida seguidiya de que Mariscal se sacó el Cobi de la punta del... tal. Ya si tal os lo cuenta él, pero el caso es que hasta un niño puede diseñar un logo. 

REPENT YOU! 

¡CUÁNTA INCORRECCIÓN! 

¡YA CÁLLESE, MALDITO CHARLATÁN! 

Lo cierto es que una vez, en un brainstorming, el director creativo se levantó de la mesa y se cuescó sonoramente delante del cliente. Es una leyenda urbana que me contó un cliente. Después de eso le pagaron un fee de diez millones mensuales o así. No era Mariscal. Tampoco soldado raso, a ver si nos entendemos. 

Huelga decir (o, quizás mejor, Renfe decir) que obviamente los logos están diseñados por gente muy, muy mayor, como nonagenarios y así, ¿sabes? y es entonces, desde esa infinita sabiduría que tan solo la experiencia otorga, cuando se puede diseñar un logo COMO DIOS MANDA, el cual, para que funcione, sin duda debe ser capaz de penetrar la sique del infante de tal modo que éste fuese capaz de dibujarlo SIN MODELO ALGUNO, tan sólo de memoria.

Como el logo de una empresa que se llama "el logo". ¿Lo recuerdas?